m. o f. Movimiento característico de las paredes musculares de los conductos y órganos huecos que, a modo de contracciones vermiculares, hacen progresar sus contenidos. El peristaltismo se consigue por la contracción coordinada de las fibras musculares circulares y longitudinales de las paredes del conducto u órgano; el estímulo más común para su aparición es la distensión de estas paredes, pero además hay una influencia decisiva del sistema nervioso autónomo sobre la intensidad y efectividad de estos movimientos. La contracción de un segmento se acompaña del relajamiento de los segmentos próximos, y el anillo de contracción se mueve hacia adelante. En el tubo digestivo se forman ondas peristálticas a lo largo de todos sus segmentos, desde el esófago hasta el recto; también se forman en el árbol biliar, uréteres y otros conductos orgánicos.